La famosa Torre de Pisa (Italia), parece que acaba de perder un pequeño trozo de su esencia y es que, como bien sabemos, la torre que lleva inclinándose desde hace más de 800 años (1173-1372), se ha enderezado 2,5 cm desde que en el año 2001 un proyecto de restauración iniciase su recuperación.
La inclinación se estaba volviendo peligrosa para la estructura del edificio ya que, desde 1990, la torre empezó a inclinarse 45 cm cada año, y con ello el derrumbe de la construcción podía ser inminente.
Se ha realizado una grandísima inversión para evitar la caída de la torre y se han empleado métodos como excavar túneles bajo un lado de la estructura, conectar con cables de acero la torre para mantener en posición vertical, burbujas de aire que amortigüen la base y un largo etcétera.
Los expertos han celebrado con alegría que el proyecto haya funcionado y han asegurado que puede enderezarse por completo, dejando de ser así "la Torre Inclinada de Pisa".
Personalmente dudo que quieran enderezarla por completo, y apuesto más porque la dejen con una inclinación controlable, ya que un punto turístico con más de 6 millones de visitantes anuales no puede perder su monumento emblemático.
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